Buenos días amig@s de Hisal!! Hoy vamos a averiguar por qué usan ratas y ratones en los laboratorios. ¿Queréis saber por qué? No os podéis perder el post de hoy.

Ratones y ratas son los animales que más se usan en investigaciones biomédicas en el laboratorio, porque en ellos se puede estudiar la evolución y tratamiento de numerosas enfermedades que nos afectan.

Aunque no son los únicos animales que se emplean en los laboratorios para llevar a cabo investigaciones, ratones y ratas son los más utilizados porque sirven como un valioso ejemplo para averiguar cómo reacciona el organismo de un mamífero frente a una agresión, una infección o una intoxicación experimental. Se utilizan sobre todo para realizar estudios de biotecnología y en la industria médico farmacéutica con el fin de desarrollar nuevos productos biológicos (vacunas, anticuerpos monoclonales…), y probar la eficacia y seguridad de todo tipo de medicamentos.

Los ratones se consideran un modelo animal excelente porque son pequeños, manejables, fáciles de criar en cautividad y con un ciclo vital rápido, y se ha comprobado que son muy útiles para reproducir y analizar con detalle procesos como el cáncer, enfermedades infecciosas y aquellas asociadas a mutaciones genéticas, así como para estudiar el funcionamiento del sistema inmune.

Algunas características de estos roedores son muy apreciadas por los investigadores, ya que se pueden cruzar ratones emparentados para obtener individuos genéticamente idénticos que permitan analizar, por ejemplo, la predisposición a desarrollar ciertas enfermedades; también se pueden crear híbridos mezclando ratones de laboratorio con especímenes salvajes, e incluso se pueden emplear en ellos técnicas que provocan alteraciones heredables del genoma, que no es posible aplicar a otras especies.

Las ratas son, tras los ratones, los animales que más se emplean en investigaciones biomédicas, sobre todo en fisiología, inmunología,toxicología, oncología, farmacología y estudio del comportamiento. En la última década se ha progresado mucho en la secuenciación del genoma de la rata común, y el hecho de que prácticamente todos los genes implicados en las enfermedades que padecen los seres humanos también estén presentes en ella la convierten un modelo ideal para la investigación médica. Actualmente, la rata es el modelo animal preferido para estudiar patologías como diabetes, hipertensión, obesidad, enfermedades autoinmunes, trastornos renales y desórdenes del comportamiento.

Los investigadores que han elaborado el documento para defender la necesidad de continuar con estos experimentos, tanto para mejorar la salud de los seres humanos, como para combatir enfermedades que afectan a los propios animales, alegan que estas cifras son muy inferiores al sacrificio de animales en la industria alimentaria o para combatir plagas urbanas, y afirman que se están adoptando medidas que han permitido reducir un 34% el número de animales destinados a la investigación y, según su informe, siempre que sea posible se reemplaza a los seres vivos por cultivos celulares o simulaciones informáticas.

Hitos científicos como el descubrimiento de la insulina –que controla los niveles de azúcar en la sangre–, el desarrollo de terapias antirretrovirales para tratar el sida, la vacuna contra el virus del papiloma humano, e incluso la vacuna experimental contra el ébola, que han salvado y seguirán salvando millones de vidas, han sido posibles gracias a ensayos en los que han participado modelos animales. Sin embargo, reducir al máximo tanto el número de animales necesarios para realizar estos experimentos, como el sufrimiento de los mismos, debe ser una prioridad para la investigación científica.

 
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